Por Raimundo Encina R
El jueves 13 de noviembre, a las 21:00 hrs., la Pista Atlética del Estadio Nacional recibirá a Kylie Minogue, la cantante australiana que superó un complicado cáncer de mamas y que se encuentra realizando una gira mundial que la traerá por primera vez a América Latina. Con el tour “Kylie X 2008”, viene acompañada de 20 toneladas de equipos y más de 100 personas que conforman su cuerpo técnico, además de asistentes, estilistas, peluqueros y bailarines. Una tremenda maquinaria para una mujer que ha alcanzado un lugar privilegiado dentro de la música contemporánea y que llega a nuestro país gracias a los esfuerzos de la productora Fenix Entertainment.
La gira, que comenzó en mayo en París, y que la paseará por toda Europa y América, ha sido elogiada por el público y la prensa. Además de que se asegura que su voz sigue tan potente como siempre, mención aparte merece todo el despliegue del show, en el cual es posible notar su pasión por la moda. Los trajes que la visten ni más ni menos que diseñados por Jean Paul Gaultier, son un reflejo de que además de buena cantante es todo un fashion icon y que su preocupación por lo estético va a la par con lo vocal. Las luces, los efectos especiales y las coreografías no hacen otra cosa que ampliar su imagen sofisticada y de poderosa showwoman.
Sólo una mujer como ella es capaz de amenazar el sitial de Madonna como reina del pop. Es que con sus 40 años, y con 20 de carrera musical, ha logrado consolidarse como una de las estrellas masivas más admiradas del planeta. Con más de 70 millones de discos vendidos, la mismísima reina de Inglaterra le dio la Medalla de la Orden del Imperio Británico y entre sus parejas destacan el desaparecido Michael Hutchence de “INX’S” y el actor francés Olivier Martínez. Una vida cinematográfica que asegura que algún día se filmará la película de su vida.
Nacida el 28 de mayo de 1968 en una familia de artistas teatrales, desde muy pequeña conoció el mundo de la televisión. En su natal Melbourne participó en varios programas para la pantalla chica, consolidándose rápidamente como una promesa gracias a su talento y natural desplante. En pocos años logró consagrarse como una estrella local, obteniendo algunos de los premios más importantes que entrega la televisión australiana.
Con la telenovela “Neighbours” logró reconocimiento a nivel nacional. Gracias a su nuevo status de los nuevos proyectos no tardaron en aparecer. En el contexto de un concierto a beneficio en el que cantó el tema “Loco-Motion”, demostró que no sólo la actuación era lo suyo, sino que también la música. Fue tal el éxito de dicho recital que productores del sello Stock, Aitken & Waterman la convencieron de grabar por primera vez. Luego de una serie de sencillos como “I should be so lucky”, con los cuales remeció el mercado discográfico y se instaló en los primeros lugares de los rankings mundiales, vino su primer álbum: “Kylie”, con el que logró su consolidación de megastar que nunca más abandonaría.
Sus siguientes discos, “Enjoy Yourself”, “Rythmn of Love” y “Let’s Get To It”, tuvieron el mismo eco y ya en 1991 había vendido más de 10 millones de copias. Sin embargo, en la década de los 90 su popularidad comenzó a decaer producto de ciertos problemas con su sello y con sus productores. Esto, sumado al discreto recibimiento de sus discos posteriores como “Impossible Princesa” y “Kylie Minogue 98”, que tuvieron malas críticas y bajas ventas, lograron que se hablara de una crisis en su carrera que nadie creía podría levantar.
Durante ese período, sólo su genial interpretación de “Where the Wild Roses Grow”, junto a John Cale, provocó que se mantuviera vigente en cierta medida, pero la prensa y el público definitivamente pensaban que su ocaso había llegado. Más aún, la arremetida de nuevas divas del pop como Britney Spears y Christina Aguilera, hacía pensar que la australiana era cuestión del pasado.
RESURRECCIÓN
Con la llegada del año 2000, y con un nuevo sello, “Parlophone”, desplegó toda su artillería para relanzarse. Lo logró y con creces. Con el disco “Light Years”, volvió a liderar los rankings mundiales y su aparición en la clausura de los Juegos Olímpicos de Sydney ya forma parte de la historia del pop, sobre todo por su inolvidable interpretación de “Dancing Queen”, de “Abba”. El 2001, lanzó “Fever”, su álbum más aclamado y vendido. Con exitazos como “Can’t get you out of my head”, vendió más de cinco millones de copias y tapó la boca a todos quienes habían pensada que su carrera estaba en agonía.
Desde el 2000 en adelante su vida se vio marcada de premios, como varios Grammy, giras y el reconocimiento acérrimos fanáticos que reclaman una y otra vez que la reina del pop es ella y ninguna otra. Durante este período creativo lanzó canciones como “Show”, “Come into my World” y “I Believe in you”, considerados como la cúspide de su repertorio. Todos estos temas quedaron registrados en el disco con que celebró sus 17 años sobre los escenarios: “Ultimate Kylie”. Cuando se encontraba en la gira promocional de este último trabajo, y antes de comenzar las presentaciones en Europa, un cáncer de mamas la obligó a frenar el tour. Sus fans, conmovidos y afectados por el mal de su musa, hicieron vigilia durante todo el tiempo que se trató en un hospital de Melbourne. Luego de una serie de rumores de que encontraba agonizando y que su situación se complicaba cada vez más, un año y medio después reapareció junto a Bono de “U2” entonando juntos el tema “Kids”. Aquella noche es recordada como su triunfo frente al terrible mal que la aquejó.
La niña mimada por Dolce & Gabbana, desde que superó su enfermedad, está imparable. Su último disco, “X”, nuevamente la colocó en la cima de los rankings y el perfume que lleva su nombre, además de darle varios millones de dólares extras, es una prueba fehaciente que Kylie es sinónimo de éxito. Como si fuera poco, su estilo personal a esta edad más madura está logrando mayores resultados que su look de antaño bastante más estrafalario. Varias revistas la han catalogado como la mujer más elegante del mundo y los tickets para adquirir entradas a su última gira se han vendido tan rápidos como los para ver a Madonna.
PUBLICACION REVISTA "COSAS" SEPTIEMBRE DEL 2008
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