viernes, 11 de marzo de 2011

Kylie Minogue: "Me río de los queme daban por acabada"


La cantante australiana Kylie Minogue parece la eterna aspirante a los tronos codiciados del pop femenino, del show más rimbombante o de la fama mediática más polémica. Ello parece no quitarle el sueño cuando comenta al otro lado del hilo telefónico los pormenores de su debut barcelonés, previsto para esta tarde noche en el Palau Sant Jordi (a partir de las 20.15 h). La carismática estrella del pop apostilla con correctas palabras castellanas alguna de sus respuestas, “porque es un idioma que desde que salgo con Andrés [Velencoso] y vengo a menudo a Tossa de Mar utilizo con frecuencia”. La salida a finales del pasado año de su disco Aphrodite es la razón de la impactante gira en la que anda embarcada desde hace unas semanas, bautizada como Les Folies, valorada en 18 millones de euros y que evoca la mitología griega, con vestuarios de Dolce & Gabbana y, por ejemplo, una espectacular pasarela en forma de corazón que contará con surtidores de agua.

¿No ha llegado a pensar que lo más importante de su gira es el espectáculo y no la música? ¿No puede ser frustrante?

Son partes íntimamente indisociables de un todo. La idea del concierto en directo, de la gira internacional, hace ya muchos años que es un fenómeno que va mucho más allá de una velada convencional de música. La gente se acuerda y critica los primeros shows deMadonna, por ejemplo, pero ¿cómo eran los conciertos de los new romantics o de Pink Floyd en los años setenta? La mezcla de géneros artísticos se entendía entonces como algo innovador... pues ahora debería aplicarse la misma óptica. La idea de fondo es atraer la atención del público y del aficionado con una dosis equilibrada de show y música de calidad.

¿Cuáles son, pues, las grandes virtudes de este show?

De entrada me gustaría decirle que este tipo de grandes giras como Folies está muy bien para según qué tipo de idea tengas del concepto de espectáculo musical. Yo entiendo, y comparto, este tipo de montajes porque existe una demanda, hay un tipo de espectador que lo consume y, en fin, la industria parece que dirige hacia allí sus pasos en un momento de crisis de ventas. Pero si sólo dependiese de mí, ahora mismo apostaría por otro tipo de concierto, más cercano y más íntimo, algo más antistablishment con la posibilidad de interpretar un repertorio nada habitual.

Pero hasta que eso ocurra, su debut en Barcelona será todo menos íntimo y cercano.

Sí, y me parece un montaje muy adecuado para mi primer concierto público en una ciudad como Barcelona. Recuerdo que hace unos años tuve que venir a actuar pero hubo una huelga general que lo impidió [en el 2002, durante la gira Fever Tour]. Fue una pena porque era un año en el que de alguna manera reaparecía tras una época muy dura en mi vida personal y necesitaba especialmente el calor del público. ¡Ahora, por fin! Pero lo que se podrá ver hoy aquí es un montaje bastante, bastante loco, en donde trabajan más de 120 personas en la sombra, mientras que en el escenario hay bailarines, acróbatas, músicos, mucho oro, glamur...

... y dicen que 40.000 litros de agua recirculada, que mojará a parte del público.

Es la parte más loca del espectáculo, es cierto. Nos obliga a ir con bastante ojo, y atención y cuidado en el escenario. Sin embargo, es un elemento divertido y distinto de un espectáculo que viene a ser un canto al amor. Pero las garantías y seguridad para el público están totalmente garantizadas.

¿Cuándo piensa lanzarse a la conquista del mercado estadounidense?

Hace muchos años que me dijeron aquello de que ya que tenía al público británico en el bolsillo era el momento de cruzar el Atlántico. Y la verdad es que no es tan sencillo porque es un mercado muy específico, con unas figuras muy potentes y con unos mecanismo de consumo ya muy establecidos. Hace un par de años giré en plan serio y la experiencia no estuvo mal, pero vi que no debe de ser una prioridad en mi carrera de momento.

Después de unos años flojos, con su último disco, Aphrodite, se ha reencontrado con su público. ¿A qué precio?

Desde un principio me planteé hacer una obra muy asequible, que fuera estrictamente bailable, muy popera y que no dejase tiempo para tomarse un respiro. Vamos camino de las 800.000 copias vendidas, y para mí que eso me ocurra con el undécimo álbum de mi carrera es una noticia estupenda. Desmiente a todos aquellos que decían que ya estaba acabada, aún me río de ellos.

¿Tiene miedo de figuras tan fulgurantes como Lady Gaga?

¡Al contrario! Su aparición ha sido muy buena noticia porque ha supuesto como una bomba en las aguas del pop.(fuente lavanguardia.es)

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